Lo que fue el pasado en las grandes urbes, es
el presente en las zonas rurales ya casi abandonadas. Particularmente me traen muchos recuerdos de
pueblos donde he vivido, bonitos recuerdos de la niñez en estas casas de
gruesas paredes de adobe con unas chimeneas muy grande y tosca en cuyo
alrededor en los meses más fríos nos reuníamos toda la familia a charlar y
contar historias, chistes junto al calor de las hipnóticas llamas producidas
por la tosca leña del lugar, unos tiempos muy entrañables llenos de añoranza.
Volverán las oscuras chimeneas volverán sus
humos a soltar, pero aquellas que vieron mi pasado esas no volverán, encenderán
sus luces las farolas y con ellas veremos al pasar, pero aquellas que alumbraron
mi camino, esas esas no volverán.
Lo siento se me ha ocurrido destrozar el
hermoso poema de Gustavo, jajaja.
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